En el salón de Francfort de 1961, la firma de Neckarsulm sorprendía al público con el NSU Prinz 4. Al igual que otros fabricantes, su estética seguía la atractiva línea creada por el Chevrolet Corvair, y con los años la utilitaria e inteligente versión inicial se acompaño de una amplia gama compuesta incluso por deportivos de gran eficacia en competición. La veterana NSU, que inicio su actividad en 1873 con la fabricación de bicicletas, retomó en 1957 a la fabricación de automóviles tras haber conseguido meritorios éxitos en competición con sus prestigiosas motocicletas. El mercado de las dos ruedas se le quedaba pequeño en pleno milagro económico alemán, a lo que se sumaba una capacidad técnica e industrial sobradas para adaptar un motor de cuatro tiempos de origen motociclista en la trasera de un pequeño automóvil. Después de tres series del modelo Prinz, en 1961 apareció el Prinz 4, dotado de una y atractiva carrocería monocasco cuyo estilo estaba inspirado en el del Chevrolet Corvair. Esto NSU estaban propulsados por un motor bicilíndrico vertical refrigerado por aire que conseguía 30 CV, potencia con la cual alcanzaba sin problemas los 115 km/h. En 1963 NSU presentó el modelo Prinz 1000 ya con una planta motriz de 996 cc y 43 CV que resultaba muy vivaz en aquel momento (0-100 km/h en 20 segundos, como un Seat 127 nueve años después). La gama Prinz avanzaba de nuevo al final del verano de 1965, cuando surge el modelo 1000 TT con un motor de 1085 y 55 CV. Pero aun había más que hacer y en 1967 salia el NSU Prinz 1000 TTS con 70 CV. Los NSU Prinz se terminaron de fabricar en 1969 cuando la firma de Neckarsulm pasó a formar parte del grupo VAG. A partir de ese momento, los antiguos técnicos de NSU se dedicaron al diseño del modelo que se conocería como Volkswagen K70. Todo un clásico que salvo de algunos turistas pocos se vieron por España. Desde Santiago de Compostela.
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