lunes, 22 de octubre de 2007

FACEL VEGA FACELLIA



Facel Vega había proporcionado carrocerías a otros fabricantes franceses como Panhard, Simca y Ford en los años posteriores a la segunda guerra mundial, sin embargo habría que esperar un poco más para descubrir su primera obra propia, el FV-1 de 1954. A partir de ahí, el período productivo del fabricante galo apenas se prolongó durante una década, hasta 1964. En este corto espacio de tiempo, se especializó en la construcción de automóviles de corte deportivo, recurriendo a motores V8 americanos, un diseño cuidado pensando en el mercado yanqui y, sobre todo, precio muy alto en el Viejo Continente. Entre todos ellos, el más asequible fue el Facellia, un intento de su alma mater Jean Daninos por salvar los muebles y la tesorería de la empresa. Montaba un motor propio de cuatro cilindros, 1.600 cc y doble árbol de levas, que rendía una potencia de 115 CV a 6.400 rpm. Compacto, moderadamente ágil y con una linea personal y sugerente, fue el primer descapotable (también existió la versión coupé) comercializado por Facel Vega. Aunque el Facellia fue el modelo de mayor difusión (1827 ejemplares fabricados), no consiguió un éxito superior debido a la dura competencia con otras marcas coetáneas y porque reveló una frágil fiabilidad mecánica. Ésta, que había sido encargada a la Westlake Engineering, adolecía de escasa potencia para un automóvil de casi una tonelada de peso y acusaba sobremanera el presumible uso desinhibido a que invitaba a priori. Todo un clásico eso sí. Desde Santiago de Compostela.

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