viernes, 12 de octubre de 2007

FORD THUNDERBIRD (1954-1957)





El Ford Thunderbird ha sido todo un mito de la industria norteamericana del automóvil. Nacido en la década de 1950, prolongado hasta los últimos compases de la de 1970 y recuperado su nombre hace unos años, su origen coincide con el del Chevrolet Corvette, otro icono de la producción estadounidense que inmediatamente se convirtió en su principal competencia comercial. El convertible de dos plazas y líneas suaves se desvelaba en público en el Salón de Detroit de 1954. Equipaba un típico V8 a 90º (de origen Mercury) de cuatro litros y tres cuartos y 193 CV, al que en 1957 se sumaría otro de 5.768 cc y 245 CV. En el primer ejercicio, el Thunderbird registró la asombrosa cifra de 16.155 unidades vendidas. A partir de 1957, la figura original empezó a alargarse y a cargarse de ángulos, cromados, parachoques voluptuosos y aletas prolongadas. Un año después, coincidiendo con una mutación casi total ya no se parecía al original en nada y aparecía la variante descapotable de cuatro plazas. Los Tunderbird de los años sesenta siguieron evolucionando en esa corriente grandilocuente y fastuosa. En 1961, un nuevo paso por el departamento de dibujo remodeló por completo su línea. Otro ligero alargamiento, perfil en forma de uso, faros encastrados y pilotos traseros de evocación aeronáutica marcaron un cambio de rumbo radical. Desde Santiago de Compostela.

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