Ayer se cerraba el salón de Francfort que este año estuvo marcado por los prototipos de vehículos híbridos. Entre ellos figuraba el Citroën C-Cactus que emplea la misma plataforma del Citroën C4. El Cactus costaría lo mismo que un vehículo convencional equivalente ya que por ejemplo apuesta por la construcción de grandes piezas monobloque en vez de la conjunción de muchas piezas, asegurando un menor coste material y de fabricación. El salpicadero se libra de todo aditamento y toda la información se concentra en la consola central y el volante. El vano delantero es de una sola pieza, dejando una pequeña trampilla para acceder al control de los niveles del motor. Otro monobloque son los paneles de las puertas, cuando habitualmente esta estructura la puede componer más de 10 piezas. La carrocería lleva incluso un tratamiento anticorrosión de base que evita el uso posterior de barnices y pinturas. El desarrollo de un sistema de climatización óptimo permite eliminar la apertura tradicional de las ventanillas y así todo su pesado mecanismo, dejando una simple apertura corredera para casos concretos. El Cactus pesa un 15 % menos que un equivalente C4 híbrido y eso permite utilizar un motor térmico más pequeño, por tanto mejorando los objetivos de la cadena híbrida. El Cactus monta un motor HDI de 70 Cv que se sincroniza con un eléctrico de 30 CV para homologar un consumo medio de 2,9 l/100 km con unas emisiones de CO2 de tan solo 78 g/km. Todo un vehículo que posiblemente pronto sea realidad. Más información en Citroën. Desde Santiago de Compostela.
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