Es grande, robusto y elegante. Quizá deja atrás el mito de que los coches suecos son feos. El S80 recibe la tracción total AWD que lo hace muy eficaz en terrenos resbaladizos o con nieve. En el interior todo es confort, desde los asientos calefactables al sistema de sonido Dynaudio o la instrumentación que es clara y fácil de utilizar. En seguridad dispone de dispositivos como el BLIS (sistema de información de puntos ciegos) y el aviso de colisión con asistencia de frenado, además de ocho airbags y el control de velocidad adaptativo. El Volvo S80 pesa más de 1.700 kilos pero afortunadamente dispone del chasis activo Four-C (Continuosly Controlled Chasis Concept) que regula las características de la suspensión para ajustar las propiedades de la conducción del coche según tres posiciones, confort, sport y advanced. La dirección a través del menú de configuración, también se puede adaptar al estilo de conducción que tú prefieras (265 euros). El potente motor D5 logra unas prestaciones más que aceptables y cuando el turbo entra en acción (entre las 1.800-2.000 rpm) que hace que el coche tenga una potencia increíble. El PPC (Personal Car Comunicator), que es la llave del coche que además de permitir abrir el coche también permite arrancar el motor sin sacarla del bolsillo. También lleva un paquete de seguridad con detección de vehículos en el ángulo muerto, control de distancia de aparcamiento y sistema anticolisión por 2.350 euros. Más información en Volvo. Desde Santiago de Compostela.
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